Paul McCartney ha relanzado el álbum Flowers In The Dirt en diferentes formatos, los cuales incluyen material musical adicional y demás parafernalia que ningún seguidor del ex beatle puede perderse. Han pasado casi 28 años desde que el disco salió originalmente al mercado el 5 de junio de 1989 y a diferencia de su antecesor, Press to Play (1986), que alcanzó el sitio número ocho en los charts ingleses éste ocupó el primer lugar, mientras que en las listas de éxitos de la Unión Americana se colocó en el puesto vigésimo primero.

Para la creación de esta obra , en ese lejano 1989, McCartney, se asoció para componer varias melodías con otro nativo de Liverpool, Elvis Costello, quien comenzó su carrera musical en el año de 1977 con el sencillo Less Than Zero y después formaría un grupo llamado The Attractions. Entre sus éxitos podemos contar Radio Radio, Watching The Detectives, Pump it Up y She. Recientemente también lo pudimos ver como anfitrión de un programa televisivo de nombre Spectacle en donde, acompañado de su nueva banda The Imposters, invitaba a músicos de la talla de Bruce Springsteen, Bono, The Edge y Elton John a charlar para después acompañarlos a tocar algunas canciones. Costello, que en realidad se llama Declan Patrick MacManus, ya había colaborado en el año de 1987, como coautor, con Paul en el tema Back on my Feet que apareció como cara B del sencillo Once Upon a Long Ago.

Paul McCartney comenzó, por sugerencia de su manager, su alianza creativa con su coterráneo. El ex beatle buscaba nuevos sonidos, diferentes estilos rítmicos y varios productores para comenzar las grabaciones del nuevo disco. En una entrevista concedida a la agencia de noticias Associated Press (AP), el ex beatle comentó, al referirse al equipo que hizo con MacManus, que “había muchos ecos, trabajando con Elvis y trabajando con John (Lennon) porque se que Elvis en un gran fan de The Beatles, él era fan de John, él usa lentes y toca la guitarra con la mano derecha”. Y al igual que componía con Lennon, sentados con sus guitarras de frente como si se observaran en un espejo, también lo hizo con Elvis Costello y el resultado fue más que satisfactorio. Las grabaciones se llevaron a cabo durante enero de 1989 en los estudios Hog Hill Mill ubicados al este de Sussex, condado en el sur de Inglaterra.

Colaborar junto a Paul McCartney es más de lo que un admirador de The Beatles, como lo es Elvis Costello, podía soñar. En palabras del creador de la canción Alison aseguró que la clave fue el que su credencial del Club de Fans (de The Beatles) no se saliera del bolsillo trasero de sus pantalones cortos. “Me habían pedido que escribiera canciones en 1987, sabiendo lo que se, haciendo lo que he hecho por diez años, lo cual me pareció un tiempo largo. Paul sabe lo que él ha hecho y sabe que lo amo”.

El mismo McCartney cuenta que fue precisamente Elvis Costello quien le sugirió desempolvar su viejo bajo Hoffner para utilizarlo en las sesiones. En su sitio de internet el ex beatle comenta al respecto que él pensó que ya lo había superado.”Comencé a tocar de nuevo y nunca mire hacia atrás. Es grandioso que Elvis me animará a volverlo a sacar”.

La pareja compuso varios temas, muchos de ellos quedaron descartados en la selección final. Sólo se eligieron cuatro para el Flowers in The Dirt que son That Day is Done, Don’t Be Careless Love, You Want Her Too (interpretada a dueto con Costello) y el que fuera el primer sencillo del álbum My Brave Face. Por su parte Elvis Costello utilizó dos composiciones, hechas junto a Paul,  para su álbum Spike, también de 1989, que fueron la hermosa y triste canción llamada Veronica (a la que el artista se refiere como una continuación del tema Thay Day is Done y que llegó al primer lugar en la lista Billboard Modern Tracks Rocks en Estados Unidos) y Pads, Claws and Paws.

De igual manera McCartney convocó a su viejo amigo David Gilmour, guitarrista de Pink Floyd con quien ya había
participado anteriormente en las sesiones de los álbumes Back To Egg (1979) y Give My Regards to Broad Street (1984), para acompañarlo con su peculiar estilo de tocar el requinto en la canción We Got Married. A estas alturas el músico ya se encontraba colaborando con el personal que lo acompañaría posteriormente en su gira mundial, Robbie McIntosh, ex guitarrista de The Pretenders, Hamish Stuart, quien había estado en Avarage White Band, Paul Wickens en los teclados y Chris Whitten en la batería.

De esta realización se desprendieron varios sencillos que fueron exitosos. My Brave Face, publicado el 8 de mayo de 1989, This One que salió al mercado el 17 de julio de 1989 en el Reino Unido, Ou est Le Soeil que fue vendido sólo en Estados Unidos el 22 de julio de 1989, Figure of Eight, puesto a disposición el 13 de noviembre de 1989 y la bella canción Put It There editada como single el 9 de febrero de 1990.

Este pasado 24 de marzo, Paul McCartney, ha vuelto a ofrecernos Flowers In The Dirt en tres versiones diferentes. La primera de ellas es la caja de edición Deluxe que incluye tres discos compactos (uno con el álbum original remasterizado y los otros dos con canciones demos), un dvd (con los videoclips de los sencillos más un documental que nos cuenta cómo se grabó el álbum) y un libro de 32 páginas en donde vienen notas escritas a mano por Paul, así como varías fotografías de Linda McCartney. Este box set además ofrece unos códigos para poder bajar gratis las canciones de los cds en audio HD. Como extra también incluye remixes, lados B y demos de cassette exclusivamente sólo en descarga digital, situación que molestó a muchos fans que esperaban un cuarto plato. Por su parte la presentación especial de dos discos compactos solamente contiene la versión original  y un álbum de demos. Además, como tercera opción, también se le puede encontrar en vinil.

Flowers in The Dirt es unos de los discos esenciales de Paul McCartney, muchos críticos musicales aseguran que el éxito de éste se debió, en parte, al hacer mancuerna con una figura del viejo punk inglés como lo es Elvis Costello. Pero recordemos que la contribución del paisano del beatle no acapara toda la obra. Además este álbum fue el que regresó a McCartney a los escenarios mundiales, ya que fue el pretexto perfecto para salir de gira.

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