El arte tiene la magia de elegir a artistas completos que lo mismo dan muestras de talento en una o varias vertientes, pocos son los seres que poseen varios talentos que a la postre dejan un legado que ni el tiempo puede borrar. Un caso notable es el de Fuad Jorge Jury, mejor conocido como Leonardo Favio, tuvo un enorme éxito como cantautor a finales de los años 60 en todo Latinoamérica, fama que traspasó hasta Hispanoamérica. 

Nacido en el distrito Las Catitas perteneciente a la provincia de Mendoza en Argentina, desde muy pequeño aprendió a tocar la guitarra, sin embargo su interés primigenio  comenzó en el séptimo arte actuando en proyectos de directores como Leopoldo Torre Nilsson quien se convirtió en una especie de mentor para su trabajo en el cine.

Hijo  de Manuela Olivera, escritora de radioteatros, participó en cintas como “La mano en la trampa”,  “Fin de fiesta”, “El bruto” o “Simplemente una rosa” y poco a poco su interés fue mayor al iniciarse como realizador y guionista. Comenzó como extra en el filme “El Ángel de España” Su primer intento como director fue con un cortometraje llamado “El Amigo”, sin embargo tenía ya en su haber una obran inconclusa de nombre “El señor Fernández” de 1958.

Pero no sería sino hasta 1965 que estrenaría su ópera prima: “Crónica de un niño solo” cuyo guión fue inspirado por vivencias y experiencias personales de Favio que debió vivir en orfelinatos tras el abandono de su padre. Éste guión retrata parte de su infancia la cual no fue fácil llegando a pisar el reformatorio por involucrarse en robos de poca monta.

Esta cinta fue premiada con el Cóndor Plata por considerarse la mejor película del año en 1966, se considera parte de una trilogía realizada en blanco y negro que incluye los títulos de “Este es el Romance del Aniceto y la Francisca” y “El dependiente”. Su estreno se llevó a cabo el 5 de mayo de 1965 y cabe señalar que en el año 2000 una encuesta realizada por el Museo Nacional de Cine Argentino reveló que el 75 por ciento de especialistas en cine la consideró la mejor película del cine argentino.

Aunado a esto “El romance del Aniceto y la Francisca” fue también galardonada con el premio Cóndor Plata por mejor película del año en 1968, su estreno ocurrió en junio de 1967. Esta entrega es muy mencionada en ocasiones como la mejor cinta del cine en Argentina. Su carrera en la cinematografía parecía ir en el camino correcto y dando frutos, sin embargo con “El dependiente” se las vería negras al catalogarse el filme como “Exhibición no obligatoria” por parte del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales, cuestión que le afectaría por falta de apoyo del gobierno. 

Con esto a cuestas Leonardo Favio decidió entonces abrir su paso hacia el canto profesional, decisión que por demás está aplaudida por todos sus seguidores ya que de no haberlo hecho se habría perdido la oportunidad de ver nacer y desarrollarse a uno de los compositores y cantantes más natos del mundo.

Favio debutó en La Botica del Ángel  donde su destino estaba fijado para que lo descubriera un ejecutivo de la disquera CBS Columbia quien lo llevó a grabar un disco sencillo con el tema “Quiero la libertad” disco que fue un fracaso. Pero la productora decide seguir apoyándolo y le aconseja grabar “Fuiste mía un verano” y “O quizás simplemente le regale una rosa” (a dúo con la cantante Carola) hits que se convirtieron en antes y un después de la balada romántica en 1968. Su disco debut: “Fuiste mía un verano” fue una muestra del caudal creativo de Leonardo Favio  y lo colocó en lo más alto de las listas de popularidad en todo Latinoamérica, esta popularidad se reafirmó y consolidó internacionalmente cuando participó en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en Chile.

Su labor como cantante lo puso en los cuernos de la luna y contrariamente a lo que se pensaría, la fama le sofocó a tal punto de que pasó varios meses encerrado en su apartamento tras el éxito y lanzamiento de su segundo larga duración: “Leonardo Favio” en 1969. Para atenuar un poco toda esta situación mediática, dejó momentáneamente los escenarios para involucrarse de lleno a sus películas “Juan Moreira” y “Nazareno Cruz y el lobo”, ésta última considerada como un clásico y la cinta más taquillera de la historia de Argentina durante muchos años.

Leonardo Favio seguía dando golpes exitosos en todo lo que hacía, pero en 1976 tuvo que exiliarse de su país natal debido al golpe militar que se registró y que lo tuvo fuera de Argentina hasta 1983. En este lapso aprovechó para realizar una gira por toda América Latina, donde se refugió y vivió durante muchos años con su familia.

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En 1987 reactivó su carrera en el séptimo arte tras su regreso a Argentina y sus éxitos siguieron, combinó el cine y la música como de costumbre pero con giras más cortas por la demanda de tiempo que le exigía el oficio de cineasta y también hay que señalar que estuvo muy involucrado en cuestiones políticas siendo partidario del peronismo desde muy joven gracias a su visión del buen gobierno que dirigió Juan Domingo Perón durante su infancia.

Su actividad política lo llevó en a realizar entre 1996 y 1999 el documental “Perón, sinfonía del pensamiento” donde en más de cinco horas de duración se relata la historia de Argentina desde la Primera Guerra Mundial hasta la muerte de Juan Domingo Perón en 1974.

Leonardo Favio se mantuvo activo tanto en cine como musicalmente hablando hasta el 5 de noviembre de 2011 cuando falleció después de pasar varios días hospitalizado por causas crónicas con las que venía batallando desde mucho tiempo atrás. Sea este un recuerdo para un artista en toda la extensión de la palabra.

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