Desde su nacimiento en el siglo pasado se consideró a la música rock como un vehículo para la rebeldía que se generaba debido al hartazgo de las normas político-sociales lo que provocó la marcada brecha generacional entre padres e hijos. Desde los sensuales movimientos de baile de Elvis Presley hasta los estridentes sonidos del heavy metal, por mucho tiempo se vio al rock como un peligro para las buenas costumbres y sobre todo para los valores religiosos. Meternos con la religión es muy complicado y parafraseando al personaje de la película de Tim Burton, Edward Bloom, de El Gran Pez (2003), no se habla ni de política ni de religión y la razón es porque nunca sabes a quién vas a ofender.

Una vez que el rock and roll se convirtió en un fenómeno de masas se volvió blanco de varias asociaciones religiosas las cuales buscaron todo tipo de pretexto para poder censurarlo. Y si a esto le sumamos declaraciones como las de John Lennon que dijo que The Beatles eran más populares que Jesucristo o The Rolling Stones que sentían simpatía por el diablo y por si fuera poco se autonombraban sus satánicas majestades; más aún, actualmente con los grupos de varios subgéneros del metal que en sus letras invocan al maligno casi todo el tiempo, pues esto ha servido para echarle más leña al fuego.

Pero para no meternos en camisa de once varas mencionemos algunas canciones que son claramente religiosas y otras que se llegan a interpretar como tales. Sabemos que hay muchas piezas musicales que hablan de Dios e incluso hay creaciones completas que se le han dedicado al Todopoderoso. Existen obras de las llamada Operas Rock, ambas de 1970, como Jesucristo Superestrella de Andrew Lloyd Webber y Godspell de Stephen Schwartz y Michael Tebelak en donde la primera nos relata los últimos instantes de Jesús en la Semana de la Pasión y la segunda está elaborada con varias parábolas sacadas de los evangelios, que por su parte, cada una de ellas nos dieron canciones clásicas como I Don´t Know How To Love Him que es interpretado por  Yvonne Elliman y Day By Day cantada en el cast original de Godspell de Broadway por Robin Lamont.

Dentro de la música popular hay bellas interpretaciones a himnos tradicionales cristianos como Amazing Grace en la voz de Elvis Presley y Old Rugged Cross cantada por Johnny Cash. Con The Beatles tenemos que apuntar hacia George Harrison quien escribió el éxito My Sweet Lord que involucraba tanto a cristianos como al Hare Krishna, pero no podemos dejar atrás Hear Me Lord que nos dice “Forgive Lord please, those years when I ignored You. Above and Below us, out and in, there´s no place that you´re not in”. Ambas obras aparecieron en el disco All Things Must Pass de 1970 y en la discografía del ex guitarrista del cuarteto de Liverpool encontraremos varias melodías con contenido espiritual, aunque no necesariamente cristianas.

Como una situación curiosa tenemos la canción de Paul McCartney Follow Me, del álbum Chaos and Creation in The Backyard (2005), la cual se ha interpretado como un tema religioso debido a que en su letra expresa: You lift up my spirits, you shine on my soul, whenever I’m empty, you make me feel whole, I can rely on you to guide me through any situation. You hold up a sign that reads, follow meClaro que el beatle realmente no  ha aclarado del todo esta situación, pero no podemos negar que ésta nos llega a provocar un sentimiento espiritual. Aunque esto no es nuevo, por mucho tiempo se llegó a creer que Mother Mary en una de las estrofas de Let It Be era dedicado a la Virgen María y no la madre de Paul.

En el caso de un grupo famoso como U2 también el tema de la religión se encuentra presente en su legado musical. A principios de su carrera, luego de triunfar con su álbum debut Boy (1980) el grupo se debatió entre seguir con la música rock o rendirse ante su espiritualidad y dejar de tocar. Afortunadamente la banda logró conjuntar ambas cosas y en 1981 lanzó su segundo larga duración llamado October, el cual es un conjunto de temas que en gran parte hablan sobre la espiritualidad de los integrantes. Pero no sólo en esta obra U2 ha tratado el tema místico, en War (1983) en la canción 40 (aunque Bono ha explicado que el título es porque la canción la compuso y grabaron en 40 minutos) retoma parte del Salmo 40, el cual se puede cotejar con Biblia en mano. A lo largo de su carrera podemos interpretar canciones de ellos como religiosas como I Still Haven´t Found What I´m Looking For, Wake Up Dead Man y Yahweh por mencionar solamente algunas de varias que tienen. En 40, por ejemplo, nos dicen: “I waited patiently for the Lord.He inclined and heard my cry. He brought me up out of the pit out of the mire and clay. He set my feet upon a rock and made my footsteps firm”.

En el año del 2013 llegó la noticia de que la música de Bruce Springsteen sería motivo de estudio teológico por parte de la Universidad Rutgers que se encuentra en el estado de New Jersey. De acuerdo al boletín que emitió la institución educativa ellos explicaron que el seminario que impartiría el profesor Yadin Azán Israel, especialista en asuntos judíos, trataría acerca de los motivos bíblicos en la obra de Springsteen que en muchos casos habla de “la redención y la santidad del día a día”.

Recordemos que Bruce Springsteen es hijo de padre irlandés y madre italiana y como él mismo lo explica “A veces me siento como un católico en fuga, pero… ¿Pero? Si eres católico lo eres para siempre. Y no podría ser de otra manera, si desde niño estás acostumbrado a escuchar oraciones. Y luego, en mis canciones hay mucha Biblia, mucho Antiguo Testamento”. No podemos dejar de lado que en muchas de las letras del Boss hay un sinfin de referencias a Dios, como en Land Of Hope and Dreams y My City of Ruins que donde hay estrofas que son alabanzas: “With these hands I pray Lord, for the strength Lord, for the faith Lord. Come on Rise Up!”

Pero uno de los casos que más llamaron la atención fue en el año de 1997 cuando un artista judío, nacido en Duluth, Minnesota en 1941 y con el nombre artístico de Bob Dylan se presentó en el Congreso Eucarístico Italiano ante la presencia del Papa Juan Pablo II. Muchos tacharon al artista norteamericano de oportunista, sin saber que años atrás, en 1979, él había grabado un álbum meramente cristiano (así como se lee) llamado Slow Train Coming que lo vinculó con la iglesia evangélica, Vineyard Church. Tanto en Slow Train Coming como en el siguiente disco Saved (1980) encontramos grandes temas como Precious Angel, I Believe in You, In The Garden y What Can I Do For You? Sin duda alguna son dos álbumes que son imprescindibles en la carrera del músico. En Saved el poeta nos menciona: “I was blinded by the devil, born already ruined stone-cold dead as I stepped out of the womb. By His grace I have been touched, by His word I have been healed, by His hand I’ve been delivered, by His spirit I’ve been sealed”.  Y ya que mencionamos a Dylan, en las iglesias católicas se tomó la melodía de su canción Blowing In The Wind y se le puso una letra alusiva a Dios. Así que en misa muchos hemos llegado a cantar este éxito del músico sin ni siquiera saberlo.

Existen infinidad de canciones referentes a Dios, muchos artistas le han escrito temas para agradecerle, pedirle e incluso reclamarle. Hermosas piezas musicales como People Get Ready de Curtis Mayfield y God Is Love de Marvin Gaye son ejemplo de que la música popular y la creencia religiosa no están peleadas. Ustedes pueden encontrar melodías que les levante el espíritu, que los haga buscar la fe y la espiritualidad que muchas veces se requiere en la vida o en el caso de ser ateos no podrán negar que son grandes canciones y como llega decir Bono en sus conciertos: “Hagamos de cada canción una oración”.

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