A finales de 1968 y después de la tensas sesiones de grabación del Álbum Blanco (The Beatles), Paul decidió que lo que el grupo necesitaba era regresar a sus orígenes: presentaciones en vivo, en lugares pequeños y documentadas en video para la televisión o el cine.

Llamó a su proyecto “Get Back” y convocó a sus compañeros de banda, al productor musical George Martin y al productor de películas Dennis O’Dell para compartirles su idea. Inicialmente sugirió una transmisión en vivo o en video tape de un programa de televisión de una hora que contuviera ocho canciones y que se grabara enfrente de una audiencia.

Se sugirieron varios lugares en donde se podría grabar la presentación, siendo el primero de éstos el Roundhouse de Chalk Farm, en Londres. Alguien entonces habló sobre la posibilidad de filmar en un anfiteatro romano en Túnez al amanecer que lentamente se fuera llenando de gente de todos los credos y razas pero esta idea fue desechada cuando Ringo señaló que, seguramente, la comida local no le gustaría.

Para evitar más discusiones que no resolvían nada, Denis O’Dell sugirió que, por lo menos, empezaran a ensayar a partir del jueves 2 de enero y hasta el viernes 31 de enero de 1969 en los Estudios Twickenham de Londres. O’Dell agregó que filmaría estos ensayos en 16 mm para después realizar un documental para la televisión que llevaría por título “Beatles At Work” que bien podría acompañar al concierto o transmitirse unos días antes o después.

Esto sería el inicio de lo que resultó ser uno de los periodos más frustrantes e incómodos de The Beatles como grupo.

Sin haberse puesto de acuerdo sobre cuál sería el final de lo que estaban iniciando, The Beatles llegaron a los Estudios Twickenham el jueves 2 de enero de 1969 para iniciar los ensayos de lo que sería el programa de televisión.

En los días posteriores imperó el desorden. John hablaba poco por el exceso de heroína que traía encima por lo que designó públicamente a Yoko como su representante: “Cualquier cosa que necesiten, dígansela a Yoko”. Por su parte, George dejó clara su desmotivación: “Deberíamos olvidar todo este asunto del show”.

En la tarde del 6 de enero se encendieron los ánimos entre George y Paul, quien insistía en tomar la batuta y decirle cómo debía tocar la guitarra.

“Siempre parece que te molesto”, dijo Paul.

“No me molestas”, le contestó George fríamente, “ya no me molestas”. La discusión siguió y se convirtió en la que se puede ver en la película Let It Be en la cual George finalizó diciendo: “Tocaré lo que quieras que toque. No tocaré si no quieres que lo haga. Haré lo que te complazca”.

Después de atestiguar una nueva pelea entre John y Paul, George sugirió el rompimiento de The Beatles: “No quiero tocar ninguna de mis canciones en el show porque sonarían mal, sonarían forzadas. Deberíamos divorciarnos”. El viernes 10 de enero simplemente decidió salirse del proyecto. Se acercó a los otros tres a la hora de la comida y les dijo “Nos veremos en los clubs”.

Después de haber recibido varios mensajes en los cuales se le pedía regresar, George se presentó el miércoles 15 de enero. Estableció sus condiciones para regresar: se debería abandonar la idea de cualquier presentación en público y, en su lugar, hacer un álbum usando las canciones que inicialmente fueron concebidas para el especial de televisión con algunas más. Además, pidió que se usara mejor el estudio en el sótano de las oficinas de Apple para grabar ya los Estudios Twickenham eran fríos y enormes.

Finalmente, el miércoles 22 de enero The Beatles pudieron tener su primer día de trabajo en el sótano de las oficinas de Apple, ubicadas en el número 3 de la calle Savile Row de Londres. Los ensayos reiniciaron con un invitado, Billy Preston, a quien George le había pedido se uniera al proyecto. Su presencia sirvió como un catalizador y el grupo pudo tomar más seriamente la idea de producir un nuevo disco.

Sin embargo, habían pasado demasiados días de grabaciones de los cuales el material filmado estaba incompleto o simplemente no servía. De esta manera, el domingo 26 Michael Lindsay-Hogg reunió a The Beatles y les avisó que, dado que ya no habría película, él debía abandonar el proyecto. Pidió entonces sugerencias para darle un final decoroso a esos 24 días de trabajo.


El jueves 30 de enero de 1969, alrededor del mediodía, John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr y Billy Preston subieron a la azotea de sus oficinas. En un periodo de 42 minutos ejecutaron las canciones que pensaron serian las más fuertes que hasta el momento habían ensayado. Dejaron también las baladas que finalmente se incluirían en el álbum Let It Be para ser grabadas en días posteriores en su estudio.

El histórico Concierto en la Azotea inició al grito de Michael Lindsay-Hogg: “Todas las cámaras, ¡Toma 1!”. De ahí, The Beatles interpretaron las siguientes canciones:

  1. Get Back (1)
  2. Get Back (2)
  3. Don’t Let Me Down (1)
  4. I’ve Got A Feeling (1)
  5. The One After 909
  6. Dig A Pony
  7. I’ve A Got A Feeling (2)
  8. Don’t Let Me Down (2). Justo en esta canción, dos oficiales de la policía de Londres ingresaron a la azotea para detener el concierto que había sorprendido a las oficinistas del área y a los peatones que cruzaban en ese momento por la calle Savile Road.
  9. Get Back (3)

Con la policía enfrente, The Beatles dieron por terminado lo que sería su última presentación en vivo y ante una audiencia que no la esperaba.

Y John, siempre John, pronunció entonces las palabras que se convirtieron en el epitafio del grupo a finales de ese año:

“Me gustaría darles las gracias en nombre del grupo y del mío propio, esperamos haber pasado la audición”.

No había forma de que no la pasaran.







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